Los migrantes venezolanos que han ingresado a Estados Unidos bajo el parole humanitario se encuentran en una situación delicada.
Este programa permite una estadía legal de dos años, pero es esencial que los beneficiarios cambien su estatus migratorio antes de que expire este tiempo.
De no hacerlo, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) advierte que podrían enfrentar procedimientos de deportación.
Desde su implementación, este programa ha beneficiado no solo a venezolanos, sino también a ciudadanos de Cuba, Haití y Nicaragua.
Los beneficiarios tienen un plazo de 24 meses para ajustar su estatus a través de diversas opciones legales, como la solicitud de asilo.
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Un portavoz del DHS indicó que aquellos a quienes no se les conceda asilo o cualquier otro beneficio migratorio tendrán que abandonar el país al finalizar su período de parole.
Esta medida está diseñada para frenar la migración irregular y optimizar el procesamiento de refugiados y otras formas de inmigración legal.
Venezolana espera evitar la incertidumbre
Un caso que ilustra esta realidad es el de María M., una migrante venezolana que llegó a Estados Unidos el 11 de noviembre de 2022 con el apoyo de su hermano.
Mientras ella enfrentó problemas para que el FBI aceptara sus huellas biométricas, su hermano y un abogado ya habían iniciado su solicitud para el Estatus de Protección Temporal (TPS).
María espera que, al resolver el inconveniente con sus huellas, pueda obtener el TPS y así evitar la incertidumbre sobre su estatus migratorio cuando su parole termine en noviembre.
José Guerrero, un abogado de inmigración, destacó que muchos venezolanos que reúnen los requisitos para el TPS ya habían acumulado tiempo de permanencia irregular, lo que podría complicar aún más su situación si no se logra ajustar su estatus antes de que se agoten las opciones disponibles.
Parole humanitario: qué dice el reglamento
El reglamento sobre el parole humanitario, publicado el 5 de enero del año pasado, establece que esta medida es temporal y tiene una duración máxima de dos años.
Durante este período, el gobierno de EE.UU. aplicará una estrategia regional para reducir la migración irregular y promover vías legales de inmigración.
Los esfuerzos están orientados a facilitar la expulsión de quienes no cuenten con solicitudes válidas de asilo u otra base legal para permanecer en el país.
Los beneficiarios del parole humanitario pueden buscar otras ayudas o beneficios migratorios elegibles y trabajar, contribuyendo así a la economía estadounidense.
Al finalizar el período autorizado, aquellos que no logren obtener asilo o beneficios de inmigración deberán abandonar el país o enfrentar procedimientos de deportación.
Con información de El Nacional
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