Médicos Sin Fronteras (MSF) ha retomado sus operaciones humanitarias en la peligrosa selva del Darién, frontera entre Panamá y Colombia.
Tras una suspensión a principios de año, las autoridades panameñas han otorgado un permiso de tres meses a la ONG para brindar atención médica a los migrantes que cruzan esta zona.
Del 1 de octubre al 15 de diciembre, MSF llevará a cabo una «gira médica» en el albergue de Lajas Blancas.
Esta acción se produce después de la aprobación del permiso en septiembre. Un portavoz de MSF, que pidió el anonimato, confirmó la información a EFE, agencia que constató la presencia de personal de MSF en el albergue.
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Es importante destacar que este permiso es temporal. La renovación anterior fue denegada a principios de 2024 por el gobierno panameño, alegando incumplimiento de protocolos en la notificación de casos de violación.
Por ahora, la atención humanitaria de MSF en el Darién se limita a estos tres meses.
Médicos Sin Fronteras (MSF) negocia su regreso al Darién
Médicos Sin Fronteras se encuentra en conversaciones con el Ministerio de Salud panameño para extender su permiso de operación en la peligrosa región del Darién.
Esta colaboración buscaría ampliar el alcance de las actividades de MSF, incluyendo la atención médica no solo a la población migrante, sino también a la comunidad local.
La suspensión de las labores de MSF en marzo se debió al vencimiento de un convenio bilateral y a la denuncia por parte de la ONG de un incremento significativo en las violaciones de derechos humanos contra los migrantes que atraviesan la selva. A pesar de la suspensión, MSF mantuvo un diálogo continuo con las autoridades panameñas.
La organización expresa su satisfacción ante la posibilidad de retomar sus actividades y destaca su compromiso con la colaboración para brindar atención médica integral.
Entre enero y febrero de 2024, MSF proporcionó más de 72.700 atenciones médicas en el Darién, demostrando la magnitud de la necesidad en la zona.
La renovación del permiso representaría una continuación crucial de estos esfuerzos humanitarios.
La suspensión de Médicos Sin Fronteras en Panamá: Un conflicto en la selva del Darién
La suspensión de las actividades de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Panamá, ocurrida en 2024, generó controversia.
La cancelación se produjo días después de un informe de MSF que denunciaba la «extraordinaria violencia» sufrida por migrantes en la selva del Darién, donde la organización atendía a cerca de 5.000 personas mensualmente, con especial atención a sobrevivientes de violencia sexual.
En 2023, MSF registró 676 casos de violencia sexual, y 120 adicionales solo en enero de 2024.
El gobierno panameño, bajo la presidencia de Laurentino Cortizo, acusó a MSF de obstruir la labor judicial y sanitaria al negarse a compartir información sobre posibles víctimas de violación.
Esta situación se desarrolla en un contexto de un flujo migratorio significativo a través del Darién; más de 266.000 personas cruzaron la selva en 2024, aunque con una reducción respecto al récord de 520.000 en 2023, atribuida por las autoridades a nuevas políticas migratorias, incluyendo el cierre de pasos no autorizados y devoluciones en colaboración con Estados Unidos.
El actual presidente, José Raúl Mulino, ha manifestado su disposición a que MSF regrese a Panamá para atender a los migrantes, siempre y cuando se realicen las coordinaciones pertinentes con los Ministerios de Salud y Seguridad.
Sin embargo, aún no se ha recibido ninguna solicitud formal de MSF para la reactivación de sus labores en el Darién.
El incidente subraya la complejidad del manejo de la crisis migratoria en la región y las tensiones entre las ONG y los gobiernos en la prestación de asistencia humanitaria.
Con información de EFE
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