La Unión Europea se muestra preparada para reducir su dependencia del gas ruso, incluyendo el transporte marítimo, según declaró la comisaria europea de Energía, Kadri Simson.
Esta afirmación llega tras una reunión ministerial de energía de la UE, donde se abordó la expiración a fin de año de los contratos de tránsito de gas ruso a través de Ucrania.
Simson enfatizó que la UE puede funcionar sin gas ruso, calificando la compra continuada del mismo como una «decisión política, y una peligrosa», no una necesidad.
Aunque algunos estados miembros, como Hungría (actual presidencia rotatoria de la UE), siguen negociando con Gazprom, la comisaria insiste en la capacidad de la UE para diversificar sus fuentes de energía y reducir su vulnerabilidad a Rusia.
Diversificación energética en Europa: El desafío de la infraestructura
La seguridad energética europea está en debate, especialmente tras el anuncio de la no renovación de contratos de tránsito de gas ruso a través de Ucrania.
Mientras Hungría avanza en la diversificación de sus fuentes, incluyendo renovables y negociaciones con nuevos proveedores además de Gazprom, se enfrenta a un cuello de botella: la infraestructura.
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Según declaraciones de responsables húngaros y de la comisaria europea, Kadri Simson, la capacidad de transporte de gas en la región es crucial.
Si bien la UE asegura tener alternativas para reemplazar el gas ruso que transitaba por Ucrania (40 bcm), la construcción de nueva infraestructura no es inmediata.
Este desafío se centra en la necesidad de que los países vecinos puedan transportar eficientemente el gas, garantizando así la seguridad energética del bloque mientras se avanza en la diversificación de fuentes. El tiempo de construcción de la infraestructura necesaria es un factor clave en esta transición.
El Misterio de las Importaciones de GNL Ruso a la UE
Si bien la UE prohibió el carbón y gran parte del petróleo ruso, la dependencia del gas natural ruso obligó a una estrategia más gradual.
Se ha implementado un tope de precio al GNL ruso, vigente hasta enero de 2025, y se prevén sanciones a los barcos rusos a partir del próximo año.
Sin embargo, la opacidad del mercado dificulta el seguimiento del origen del GNL que llega a la UE. La comisaria europea ha destacado la dificultad de rastrear el gas debido a la participación de compradores privados, no estatales, y a la discrepancia entre los puertos de entrada y los países consumidores.
Los ministros de la UE están trabajando para recopilar más información y acelerar la eliminación del GNL ruso restante.
La falta de transparencia plantea un desafío significativo para el cumplimiento efectivo de las sanciones y la diversificación de las fuentes de energía de la Unión Europea.
Presionar a las empresas para reducir las importaciones de gas ruso: Un llamado a la acción
La Comisaria de Energía de la UE, Kadri Simson, ha expresado su preocupación por el aumento de las importaciones de gas ruso en los últimos meses, calificándolas de «significativamente más altas».
A pesar de la disminución en años anteriores, Simson advierte sobre el riesgo de que 2024 supere las importaciones de 2023, un escenario que busca evitar.
Si bien reconoce que algunas circunstancias excepcionales han contribuido a este incremento, la Comisaria enfatiza la necesidad de evitar que esto se convierta en una tendencia estructural.
Para ello, hace un llamado directo a los ministros de Energía de la UE para que presionen a las empresas compradoras de gas a reducir sus adquisiciones de Rusia y evitar así que el país obtenga beneficios adicionales.
El objetivo es disminuir significativamente las importaciones de gas ruso antes de que termine 2024. La acción coordinada se presenta como crucial para evitar una dependencia energética indeseada.
Con información de EFE
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