El valor social de la seguridad, se ha convertido en un tema de gran importancia para las empresas aseguradoras.
Para estas compañías se ha convertido en prioridad, adaptar sus estrategias de negocio a las nuevas necesidades de cobertura de riesgos y a la irrupción de la tecnología. Garantizando servicios más eficientes y competitivos.
La inestabilidad económica, las tendencias geopolíticas e incluso el cambio climático han impulsado un cambio profundo de múltiples sectores económicos.
El asegurador es uno de ellos, y se enfrenta a estos desafíos “adoptando una gestión de riesgos más proactiva y reformulando sus modelos de negocio, la gestión del talento, la orientación al cliente y las alianzas como elementos clave para el éxito en un entorno incierto”, según la consultora Deloitte.
El bum tecnológico es uno de los elementos transformadores de este negocio también para Carlos Martín, socio de EY España, quien identifica otros dos factores:
- “El aumento del control regulatorio y la creciente presión de los inversores obligan al ecosistema asegurador a replantearse sus prioridades. La confianza siempre ha sido un pilar fundamental del sector”, asegura.
- Para ello, se necesita “una mayor transparencia en todos los aspectos, desde el diseño de los productos y las decisiones sobre precios, pasando por el uso de la tecnología y los datos, hasta los informes financieros y la información reglamentaria”, apuntó el experto.