La inteligencia artificial sigue ganando terreno en el sector de los seguros, pero no todas las compañías están sacando provecho real de su potencial. Un estudio de Boston Consulting Group (BCG) reveló que aquellas aseguradoras que concentran sus esfuerzos tecnológicos en áreas clave, como gestión de reclamos, suscripción o ventas, logran el doble de beneficios que aquellas que dispersan sus inversiones sin una estrategia clara.
Automatización en gestión de reclamos y suscripción
Según el informe, las mejoras son concretas. En suscripción, la automatización de procesos puede aumentar la eficiencia hasta un 36% en líneas complejas. Incorporar datos no estructurados mejora la toma de decisiones y reduce el ratio de pérdidas. En gestión de reclamos, la IA permite resolver hasta el 70% de los casos simples en tiempo real. Eso se traduce en una baja del 30% al 50% en costos operativos y una mejor experiencia para el asegurado.
Los casos complejos también se benefician. Con procesos digitalizados, el tiempo de resolución puede reducirse a la mitad. Esto permite liberar recursos y mejorar la calidad del servicio.
Corredores de seguros también ganan con IA
Los beneficios no son solo para las compañías. Los corredores de seguros también encuentran en la inteligencia artificial una herramienta útil. Actualmente, más del 50% del tiempo de los ejecutivos se dedica a tareas administrativas. Automatizarlas libera horas valiosas para centrarse en la relación con los clientes y en generar nuevos negocios.
Además, los sistemas basados en IA permiten analizar grandes volúmenes de datos y dirigir a los leads al canal de venta más eficaz, mejorando la conversión.
Evaluación de riesgo más precisa
La evaluación de riesgo es otro de los pilares donde la IA marca la diferencia. Con la automatización de tareas y el uso de datos no estructurados, las aseguradoras pueden detectar riesgos con mayor precisión. Esto les permite personalizar coberturas y reducir la exposición a pérdidas inesperadas.
Las compañías que avanzaron en esta área lograron no solo mejorar sus indicadores técnicos, sino también fortalecer el vínculo con los clientes desde el primer contacto.
El estudio señala que la transformación no depende solo de la tecnología. El 70% del éxito está en los procesos y en el factor humano. “Muchas aseguradoras celebran demasiado pronto. La transformación ocurre cuando la IA se integra al negocio con equipos preparados y procesos rediseñados”, indicó Laure Bezert, socia de BCG.
BCG sugiere destinar solo el 10% del esfuerzo a algoritmos, un 20% a tecnología y datos, y el resto a las personas. Es la única forma de lograr una implementación a escala.
La conclusión es directa: más que experimentar, las aseguradoras deben enfocarse. Apostar por áreas clave como gestión de reclamos, evaluación de riesgo y suscripción marca la diferencia. Así es como la inteligencia artificial puede pasar de ser una promesa a convertirse en un motor real de resultados.
Con información de: portalinnova