Después de casi 10 años en el poder, Justin Trudeau renunció como primer ministro de Canadá y como líder del Partido Liberal.
En una conferencia de prensa en Ottawa, señaló que permanecerá en el cargo hasta que su partido elija a su sucesor, evitando así una moción de censura.
Trudeau explicó que su decisión fue motivada por la necesidad de priorizar la unidad en el partido y la estabilidad política del país.
«Si tengo que luchar en batallas internas, no soy el mejor candidato para liderar estas elecciones», declaró, haciendo referencia a los crecientes desafíos dentro de su propio partido.
Un liderazgo marcado por contrastes
Desde su llegada al poder en 2015, Trudeau fue visto como un símbolo de renovación progresista.
Su carisma y mensaje esperanzador impulsaron al Partido Liberal de la tercera posición al gobierno con mayoría parlamentaria.
Sin embargo, con el tiempo, su liderazgo enfrentó críticas por escándalos éticos, desafíos económicos y la inflación, que desgastaron su popularidad.
Entre los episodios más polémicos se destacan el caso SNC-Lavalin y las acusaciones de conflicto de intereses por elegir una organización benéfica vinculada a su familia para gestionar fondos públicos.
Más recientemente, las tensiones por el aumento del costo de vida y las divisiones internas debilitaron su posición.
El peso de la presión política
La renuncia de Chrystia Freeland, su aliada clave y viceprimera ministra, en diciembre pasado, marcó un punto de inflexión.
La dimisión sorprendió al gobierno y aumentó las presiones internas para que Trudeau dejara paso a una nueva figura que revitalizara al Partido Liberal de cara a las próximas elecciones.
El líder opositor conservador, Pierre Poilievre, reaccionó con dureza, afirmando que un cambio de rostro no solucionará los problemas estructurales del gobierno liberal.
En un mensaje en redes sociales, Poilievre sostuvo que los liberales seguirán con las mismas políticas que, según él, han perjudicado a los canadienses, como el impuesto al carbono y el manejo de la economía.
Una transición con desafíos
El Partido Liberal enfrentará ahora el desafío de elegir un sucesor capaz de liderar en un panorama político complicado.
Entre los posibles candidatos se mencionan a Mark Carney, exgobernador del Banco Central, y Anita Anand, actual ministra de Transportes.
Justin Trudeau renunció pero destacó que su renuncia busca «rebajar la polarización» y permitir un «reinicio» en la política canadiense.
Sin embargo, los liberales comienzan la carrera electoral con una desventaja frente a los conservadores, quienes lideran las encuestas.
Con información: BBC