Miles de personas enfrentan una emergencia sin precedentes por los incendios en el sur de Francia, que avanzaron rápidamente por el calor extremo y los vientos intensos. La situación llevó al cierre del aeropuerto de Marsella, uno de los más importantes del país, y obligó a evacuaciones en zonas cercanas a Les Pennes-Mirabeau.
“Las cosas están lejos de estar bajo control”, reconoció el alcalde Michel Amiel, reflejando la preocupación que se vive en la región mediterránea. Las autoridades francesas suspendieron todos los vuelos programados en el aeropuerto de Marsella, afectando a miles de turistas en plena temporada alta de vacaciones.
El fuego afectó rutas, viviendas y paralizó vuelos
El incendio se originó cerca de Les Pennes-Mirabeau, a pocos kilómetros de Marsella. Las llamas avanzaron con rapidez y llevaron a las autoridades a cerrar la pista del aeropuerto alrededor del mediodía. Como consecuencia, diez vuelos fueron desviados y al menos tres se cancelaron, según un vocero aeroportuario citado por AFP.
La prefectura pidió a los residentes de las zonas afectadas que se quedaran en sus casas y evitaran circular. Además, se recomendó a quienes viven en el norte de Marsella mantener puertas y ventanas cerradas para impedir el ingreso de humo tóxico. Imágenes en directo mostraron una densa columna de humo cubriendo el cielo de la ciudad, que adquirió un tono gris opaco.
Las condiciones meteorológicas complican el control del incendio
Hasta el momento, el fuego consumió más de 350 hectáreas de terreno. En el operativo de emergencia trabajaron 168 bomberos, dos helicópteros y 68 vehículos de combate, según precisaron las autoridades locales. Sin embargo, los equipos advirtieron que la velocidad de propagación es muy alta y el viento dificulta los esfuerzos por contenerlo.
“Las condiciones son desfavorables en el terreno”, señalaron desde el cuerpo de bomberos. Las altas temperaturas acumuladas por sucesivas olas de calor y la sequía persistente contribuyeron al rápido avance de las llamas en una región particularmente seca.
A medida que avanza la temporada estival, la preocupación por nuevos focos se intensifica. La combinación de clima extremo, viento y vegetación reseca mantiene en alerta a todo el sur de Francia. Mientras tanto, el cierre del aeropuerto de Marsella y la interrupción de rutas clave representan un golpe para miles de residentes y turistas que quedaron atrapados en plena crisis.
Con información de: infobae