El sistema de franquicia o deducible es un concepto esencial en el mundo de los seguros que todo asegurado debe conocer. Este mecanismo permite que el asegurado comparta el riesgo con la aseguradora al asumir una parte del costo de un siniestro antes de que el seguro entre en acción. De esta forma, tanto la aseguradora como el asegurado se benefician de una estructura de costos compartidos que afecta directamente el monto de las primas, es decir, lo que el asegurado paga por su póliza.
¿Qué es la franquicia o deducible?
La franquicia o deducible es la cantidad de dinero que el asegurado debe pagar de su propio bolsillo en caso de un siniestro, antes de que la aseguradora cubra el resto de los gastos. Este monto puede variar según el tipo de seguro, la póliza contratada y la aseguradora. En resumen, el deducible actúa como un filtro para evitar que la aseguradora se haga cargo de reclamos menores y se enfoque en aquellos de mayor importancia.
¿Cómo funciona en la práctica?
Imagina que tienes un seguro de auto con una franquicia de $500. Si sufres un accidente y la reparación del coche cuesta $2,000, deberás pagar los primeros $500, y la aseguradora cubrirá los $1,500 restantes. Si, en cambio, el daño es de solo $400, como está por debajo del deducible, tendrás que asumir el costo completo y la aseguradora no intervendrá.
En el caso de los seguros médicos, el deducible o franquicia puede aplicarse por episodio de atención médica. Por ejemplo, si tienes una política con un deducible de $200 por consulta médica o tratamiento específico, esto significa que cada vez que recibas un servicio médico, serás responsable de cubrir los primeros $200 del costo. Supongamos que una consulta médica tiene un costo total de $500. En este caso, pagarás los primeros $200 de tu bolsillo, y la aseguradora cubrirá los $300 restantes.
Este tipo de deducible se aplica por cada episodio de atención médica, lo que significa que para cada consulta o tratamiento que realices, deberás asumir el deducible establecido para ese servicio. Esto difiere del enfoque del deducible anual, donde los gastos médicos acumulados a lo largo del año se suman hasta alcanzar una cantidad específica. Con un deducible por episodio de atención, cada interacción con el sistema de salud tiene su propio deducible.
Tipos de franquicia
1. Franquicia fija: Es una cantidad establecida que no varía, independientemente del monto del siniestro. Por ejemplo, si la franquicia es de $1,000, siempre pagarás esa cantidad antes de que el seguro intervenga.
2. Franquicia porcentual: En este caso, la franquicia se calcula como un porcentaje del monto total del siniestro. Este tipo de deducible es común en seguros contra desastres naturales, donde puede ser del 2% o 5% del valor asegurado de la propiedad.
Ventajas y Desventajas de Elegir un Deducible en tu Seguro
Cuando eliges un deducible en una póliza de seguros, hay factores importantes que deberías considerar. A continuación, te presentamos algunas ventajas y desventajas que te ayudarán a entender mejor cómo impacta tu elección de deducible.
Ventajas:
1. Reducción de la prima mensual/anual: Al seleccionar un deducible más alto, las primas que pagas regularmente serán más bajas. Esto significa que podrías ahorrar a largo plazo, especialmente si no tienes muchos reclamos.
2. Más control sobre los costos del seguro: Si prefieres asumir ciertos riesgos y mantener un fondo para emergencias, un deducible alto te permitirá manejar tus finanzas de forma más flexible, ahorrando mes a mes.
3. Evita pequeños reclamos: Al tener un deducible más alto, reduces la cantidad de pequeños reclamos que podrías realizar, lo cual también puede mantener tu historial de reclamos más limpio y, en algunos casos, evitar que las primas suban en el futuro.
Desventajas:
1. Mayor desembolso en caso de siniestro: Aunque pagues menos en tu prima mensual, un deducible alto significa que deberás cubrir más gastos de tu propio bolsillo si ocurre un siniestro. Esto puede representar una carga financiera considerable si no tienes ahorros suficientes para cubrir esos costos.
2. Menor cobertura inmediata: Si tienes un deducible alto, es posible que te enfrentes a situaciones donde no puedas acceder a la cobertura del seguro hasta haber pagado el deducible completo, lo que puede retrasar la reparación o el tratamiento que necesitas.
3. Riesgo si no hay siniestros: Si seleccionas un deducible bajo para estar cubierto por cualquier eventualidad, pero no llegas a tener siniestros, habrás estado pagando una prima más alta sin aprovechar los beneficios adicionales, lo cual podría no ser la mejor estrategia económica.
Ventajas de elegir un deducible más alto
Una de las principales ventajas de optar por un deducible más alto es la reducción de la prima mensual o anual. Como el asegurado asume un mayor riesgo, la aseguradora puede cobrar menos por la cobertura. Esta es una estrategia frecuente para quienes buscan reducir los costos de sus seguros, aunque implica una mayor responsabilidad en caso de un siniestro.
Por ejemplo, si tienes un seguro de hogar con un deducible de $1,000, podrías pagar una prima mensual de $50. Pero si decides aumentar el deducible a $2,500, la prima podría reducirse a $30 al mes. Es una cuestión de equilibrar un menor costo mensual con la responsabilidad de asumir más riesgo si ocurre un siniestro.
¿Qué franquicia elegir?
Al elegir el deducible adecuado, es importante balancear lo que puedes pagar regularmente y lo que podrías enfrentar en caso de un siniestro. Si prefieres pagar primas más bajas y puedes ahorrar para emergencias, un deducible alto puede ser adecuado. En cambio, si prefieres tener una mayor cobertura y reducir los costos en caso de un siniestro, un deducible bajo, aunque implique primas más altas, puede ser la mejor opción.