Humberto Ortega Saavedra, hermano del presidente de Nicaragua Daniel Ortega, falleció este lunes a los 77 años en un hospital militar de Managua tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.
Su muerte se produce semanas después de que ofreciera una entrevista a Infobae donde criticó duramente el «poder dictatorial» del gobierno de su hermano y su cuñada, Rosario Murillo.
En la entrevista, Ortega cuestionó el nombramiento de Laureano Ortega Murillo, hijo de la pareja presidencial, como posible sucesor.
Estas declaraciones provocaron la ira de Daniel Ortega, quien calificó a su hermano de «traidor» y lo acusó de «vender su alma al diablo».
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Previamente, a finales de mayo, Humberto Ortega había sido puesto bajo vigilancia médica en su domicilio, situación interpretada por algunos medios como un arresto domiciliario encubierto.
Un pilar de la Revolución Sandinista
Humberto Ortega Saavedra, junto a su hermano Daniel, fue figura clave en la Revolución Sandinista. Ambos lideraron una facción del FSLN que buscaba alianzas con sectores de la élite nicaragüense opuestos a la dictadura Somoza. Esta estrategia resultó crucial para el triunfo de la revolución en 1979.
Tras la victoria, Humberto se desempeñó como Ministro de Defensa bajo la presidencia de su hermano (1985-1990), liderando la creación del ejército sandinista y enfrentando la contrarevolución apoyada por Estados Unidos.
Sorprendentemente, conservó su puesto incluso tras la victoria electoral de Violeta Chamorro en 1990.
Esta decisión, motivada por la búsqueda de una transición pacífica, generó debate: algunos la vieron como un gesto de estabilidad, otros como un error que perpetuó la influencia sandinista en el ejército.
En 1995, Humberto Ortega se retiró de la política y las fuerzas armadas, dedicándose a la escritura y los negocios.
Intelectual Sandinista y Hermano del Poder
Más allá de su rol familiar, Ortega cultivó una imagen de intelectual, publicando libros como «La epopeya de la insurrección» y abogando por acuerdos nacionales que superaran la polarización política.
Sin embargo, su imagen pública se vio afectada por interrogantes sobre su fortuna y su distanciamiento de su hermano, en un contexto de creciente autoritarismo en Nicaragua.
A pesar de su distanciamiento, Humberto Ortega reclamó públicamente la liberación de presos políticos en 2021.
Analistas interpretan sus acciones, incluyendo una entrevista crítica con Infobae, como posibles maniobras dentro de una lucha de poder familiar, en especial considerando la sucesión presidencial y el rol prominente de la vicepresidenta Rosario Murillo.
Su muerte añade otra capa de complejidad a la ya incierta transición política en Nicaragua. El gobierno, mientras tanto, reconoció su aporte a la revolución sandinista.
con información de BBC News
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