Habría declarado Ley Marcial la semana pasada
La destitución del presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, no se concretó debido a que durante el juicio político en su contra, no había cuórum para obtener una votación válida.
Yoon había declarado esta semana, la ley marcial por primera vez en 40 años, en respuesta a un supuesto intento de insurrección por parte del opositor Partido Democrático.
Según señaló el presidente, la medida apuntaba a «erradicar las fuerzas pro Corea del Norte» y preservar el orden constitucional frente a lo que calificó como intentos de rebelión.
Se arrepintió pero ya el daño está hecho
Horas más tarde, el mandatario levantó la ley marcial, acatando una disposición del parlamento que votó por unanimidad dejarla sin efecto, ya que destruiría políticamente a la Nación surcoreana.
En una rueda de prensa, el presidente pidió disculpas al pueblo y dijo que “no eludirá la responsabilidad legal y política relacionada con esta declaración de ley marcial”.
Asimismo, su propio partido ha dejado claro que, aunque no quieren que salga por medio de una destitución, lo mejor será que Yoon deje el cargo antes de que termine su período.
Esto podría obedecer a que la reputación de Corea del Sur como un país democrático está en juego.
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¿Por qué no se logró la destitución?
La moción de destitución fue firmada por 190 legisladores de la oposición y un legislador independiente, y no contó con el apoyo de ningún legislador del gobernante Partido del Poder del Pueblo (PPP).
Trascendió que para que resulte positiva la moción de destitución, debe ser aprobada con una mayoría especial de dos tercios.
De las 300 bancas actuales, el conjunto de la oposición suma 190, por lo que necesitaría al menos 8 votos de legisladores oficialistas, quienes justamente se negaban a ingresar al recinto parlamentario.
Con información de BBC