Impacto en el Kremlin
El exministro de Transporte de Rusia, Roman Starovoit, fue hallado muerto este lunes en las afueras de Moscú, horas después de que el presidente Vladímir Putin lo destituyera del cargo mediante un decreto oficial.
Las autoridades locales confirmaron que el cuerpo del funcionario fue encontrado dentro de un vehículo en el distrito de Odintsovo, con una herida de bala autoinfligida.
Todo apunta a un suicidio, aunque las investigaciones continúan en curso para descartar otras hipótesis.
El Comité de Investigación de Rusia abrió una causa preliminar para determinar las circunstancias exactas de la muerte.
La noticia sacudió al Kremlin y provocó una ola de especulaciones sobre los motivos detrás del despido y el posterior fallecimiento de Starovoit, quien tenía 53 años y una amplia trayectoria dentro de la administración pública.
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Un contexto marcado por el caos aéreo y las críticas
La salida de Starovoit se dio en medio de una severa crisis en el sistema de transporte ruso, agravada por una serie de ataques con drones atribuidos a Ucrania.
Y que durante el fin de semana causaron la cancelación de cientos de vuelos, retrasos masivos y caos en los principales aeropuertos del país.
La presión sobre el ministro era creciente, y su salida del gabinete fue interpretada por algunos analistas como una forma de descargar responsabilidades políticas.
Sin embargo, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, negó públicamente que la destitución obedeciera a una pérdida de confianza.
Aun así, el presidente Putin nombró inmediatamente a Andrey Nikitin como ministro interino, sin dar mayores detalles.
Investigaciones por corrupción y un final inesperado para el exministro
Roman Starovoit había asumido el Ministerio de Transporte en mayo de 2024, tras haber sido gobernador de la región de Kursk.
Durante su gestión regional, estuvo involucrado en obras de infraestructura defensiva en la frontera con Ucrania.
Algunas de ellas fueron objeto de denuncias por supuesta corrupción, pero todo habría quedado allí.
Según medios rusos, varios subordinados de Starovoit habrían declarado recientemente en su contra.
El repentino desenlace reaviva el debate sobre la presión y el desgaste dentro del círculo de poder ruso.
El silencio oficial ante su muerte no ha hecho más que alimentar las suspicacias, en un momento en que el Kremlin intenta proyectar estabilidad.
Con información de CNN