El reciente anuncio del Gobierno de Bolivia, declarando una «emergencia nacional» debido a los devastadores incendios forestales, refleja la grave situación que enfrenta el país.
Hasta la fecha, se reporta la pérdida de 3,8 millones de hectáreas de bosques y pastizales, una cifra alarmante que pone en riesgo tanto el medio ambiente como la salud de la población.
La declaración fue hecha por el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, tras una reunión clave en La Paz con miembros del gabinete gubernamental y embajadores de diversas naciones.
Esta medida busca agilizar la coordinación interna y facilitar la llegada de ayuda internacional.
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Novillo enfatizó que la emergencia permitirá una respuesta más efectiva y rápida para combatir el fuego y atender las necesidades de las comunidades afectadas y los bomberos que trabajan incansablemente en la línea del frente.
El informe del ministro de Medio Ambiente y Agua, Alan Lisperguer, especifica que, de las 3,8 millones de hectáreas afectadas, 1,5 millones corresponden a áreas boscosas y 2,3 millones a pastizales.
La región de Santa Cruz es particularmente crítica, con 64 de los 72 focos activos de incendio concentrados en esta zona, considerada el motor económico del país.
Adicionalmente, municipios y departamentos como Beni han declarado sus propias emergencias y desastres, reconociendo la magnitud del problema.
Ayuda Internacional
Ante esta crisis, se ha solicitado apoyo internacional, destacando la colaboración de organismos como la ONU y la Unión Europea, así como la disposición de países vecinos como Brasil.
Las necesidades abarcan desde aeronaves y equipamiento hasta la llegada de expertos en la materia.
Esta colaboración internacional es crucial, no solo para combatir los incendios, sino también para mitigar los efectos en ciudades como La Paz y Cochabamba, donde la calidad del aire ha empeorado considerablemente.
Cabe mencionar que la práctica de los «chaqueos» o quemas controladas, que se realizan comúnmente para preparar tierras para la siembra o la crianza de ganado, es una de las principales causas de estos incendios descontrolados.
A pesar de los llamados a la acción, siguen vigentes normativas que permiten estas prácticas, lo que ha generado críticas desde la oposición.
Con información de EFE