Choque con Sam Altman y OpenAI
Elon Musk, CEO de Tesla, SpaceX y X (antes Twitter), ha protagonizado una nueva disputa con Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI.
Y es que Musk ofreció 97.400 millones de dólares para adquirir OpenAI y devolver su estatus de organización sin fines de lucro, pero la propuesta fue rechazada.
Altman respondió con ironía, sugiriendo comprar X por 9.740 millones de dólares, lo que evidenció una rivalidad que se ha prolongado por más de una década.
Las diferencias entre ambos empresarios giran en torno al control y desarrollo de la inteligencia artificial, un sector clave en la actualidad.
Pues para nadie es un secreto que hoy en día quien tiene el control de la tecnología puede tener el mundo en sus manos.
Te puede interesar: Fuerza Aérea de Brasil derriba avión con drogas que desobedeció órdenes de aterrizaje
Tensiones con políticos por su apoyo frontal a Trump
Musk ha sido criticado por su cercanía con figuras de la ultraderecha, incluido el presidente Donald Trump y el partido alemán AfD.
Esto ha llevado a boicots contra sus empresas, especialmente Tesla, en países como Polonia y otras partes de Europa.
Además, su empresa Starlink ha generado preocupación entre los CEO de grandes compañías de telecomunicaciones.
En ese sentido, su expansión ha sido vista como una amenaza para el negocio tradicional de internet, ya que permite ofrecer conectividad en regiones remotas sin necesidad de infraestructura terrestre.
La influencia de Musk en la política y la tecnología ha convertido sus acciones en un tema de debate mundial.
Mientras algunos lo ven como un visionario, otros advierten sobre los riesgos de su estilo de liderazgo y sus decisiones empresariales.
Críticas de otros líderes empresariales
El multimillonario francés Xavier Niel ha sido uno de los más duros críticos de Musk, describiéndolo como «el mayor empresario del mundo», pero también señalando que «a veces es un idiota». Sus declaraciones hacen eco de las preocupaciones sobre las posturas radicales y polémicas del magnate.
En este contexto, los enfrentamientos de Musk con otros CEOs y políticos no solo afectan su imagen pública, sino también el futuro de industrias clave como la inteligencia artificial, las telecomunicaciones y la movilidad eléctrica.
Con su carácter impredecible, Musk sigue siendo una de las figuras más influyentes y divisivas del mundo empresarial.
Con información de Infobae