El Gobierno del presidente Joe Biden se encuentra en un punto crítico en la lucha contra la desinformación rusa por las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Informes recientes de la cadena CNN han revelado que la administración planea acusar a Rusia de llevar a cabo un esfuerzo sostenido para influir en el proceso electoral a través de medios de comunicación aliados y plataformas en línea, que operan bajo la influencia del Kremlin.
Esta estrategia tiene como objetivo atacar a los votantes estadounidenses con mensajes engañosos y manipuladores.
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Según fuentes cercanas al asunto, se anticipa que Estados Unidos tomará medidas decisivas para condenar públicamente las acciones de Rusia y anunciará una «acción policial dirigida a la campaña encubierta rusa», a través del Departamento de Justicia.
Aunque los detalles específicos de estas acciones aún no se han revelado, se ha identificado a RT, un medio estatal ruso, como un actor clave en esta campaña de desinformación.
Las iniciativas propuestas marcan un aumento significativo en la respuesta de la administración Biden ante los esfuerzos rusos para interferir en la democracia estadounidense.
El contexto de estas acciones es alarmante, ya que las repercusiones de la desinformación pueden poner en jaque la integridad del sistema electoral estadounidense.
La reunión programada del Grupo de Trabajo sobre Amenazas Electorales del Departamento de Justicia, encabezada por el fiscal general Merrick Garland, subraya la seriedad con que la administración está abordando este problema.
Funcionarios de alto rango, como el director del FBI, Christopher Wray, participarán en estas discusiones, lo que indica que el gobierno está implementando un enfoque coordinado y robusto para tratar las amenazas a la seguridad electoral.
Con informacion de EFE
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