El papa Francisco reapareció este domingo en la Plaza de San Pedro al término de la misa del Domingo de Ramos, marcando el inicio de la Semana Santa. Lo hizo en silla de ruedas, sin las cánulas de oxígeno que había utilizado en sus últimas apariciones. La imagen del pontífice, de 88 años, emocionó a los más de 20.000 fieles que lo esperaban en medio de una jornada cargada de simbolismo y fe.
El papa atraviesa una recuperación tras una neumonía bilateral que lo mantuvo internado durante 38 días. Aun así, sorprendió a todos al salir nuevamente al encuentro de los fieles, desafiando las recomendaciones médicas que le indicaban al menos dos meses de reposo.
Un mensaje de cercanía y compromiso para la Semana Santa
“Buen Domingo de Ramos, buena Semana Santa”, expresó Francisco con voz suave, al final de la misa presidida por el cardenal argentino Leonardo Sandri. Aunque no ofició la ceremonia, su presencia fue el gesto más fuerte del día. Caminó brevemente entre la multitud, se detuvo a saludar a un grupo de religiosas y compartió sonrisas con varios niños.
Fue la cuarta aparición pública del papa Francisco desde que salió del Hospital Gemelli, donde estuvo internado por problemas respiratorios. Días atrás también había recibido a los reyes Carlos y Camila del Reino Unido, en una muestra de actividad que contrasta con su delicado estado de salud.
Durante la misa, Sandri leyó el mensaje de Francisco, centrado en la figura de Simón de Cirene. “Tender la mano al que ya no puede más”, pidió el papa en su reflexión. Invitó a los católicos a vivir estos días con acciones concretas: “Decidamos cómo llevar la cruz; no al cuello, sino en el corazón”.
El mensaje fue directo y humano
“La pasión de Jesús se vuelve compasión cuando abrazamos al que está desconsolado, cuando levantamos al que está caído”, decía la homilía papal. Francisco pidió reconocer a los nuevos “cireneos” en quienes sufren guerras, pobreza o abandono. “Jesús sale al encuentro de todos”, destacó.
La misa comenzó con la tradicional procesión desde el obelisco de la plaza, con ramas de olivo y palmas bendecidas. Participaron 39 cardenales, 33 obispos y más de 300 sacerdotes. La celebración marcó el inicio de una de las semanas más importantes del calendario litúrgico.
Francisco recordó a las víctimas del derrumbe en República Dominicana
Tras la misa del papa Francisco, se difundió por escrito el rezo del Ángelus, ya que el papa no pudo pronunciarlo. Allí agradeció las oraciones recibidas durante su enfermedad: “En este momento de debilidad física me ayudan a sentir más la cercanía y la ternura de Dios”.
También dedicó unas palabras a las víctimas del derrumbe ocurrido en Santo Domingo, donde murieron 226 personas durante un concierto. “Que Dios acoja en su paz a las víctimas y sostenga a sus familiares”, expresó Francisco, en un cierre que conmovió a los presentes y reforzó su mensaje de compasión y fe.
Con información de: infobae