Donald Trump celebra su primera victoria legislativa, y es que la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó por mayoría la Ley Laken Riley, una iniciativa que endurece las detenciones de inmigrantes indocumentados vinculados a delitos menores como robos o hurtos. Con 263 votos a favor y 156 en contra, la propuesta contó con el apoyo de algunos demócratas y fue impulsada por la mayoría republicana.
El proyecto lleva el nombre de Laken Riley, una joven estudiante asesinada en 2024, y exige al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) detener a inmigrantes en situación irregular que hayan cometido ciertos delitos no violentos. Este es el primer logro legislativo significativo de Trump desde que asumió su mandato.
El caso que conmocionó a Estados Unidos
Laken Riley, de 22 años, fue asesinada mientras corría cerca del campus universitario en Georgia. El responsable fue José Ibarra, un inmigrante venezolano indocumentado que ya había sido citado por hurto, pero que nunca fue detenido.
El caso causó indignación nacional y se convirtió en un eje de la campaña presidencial de Trump en 2024, quien prometió reformas migratorias más estrictas para prevenir tragedias similares. Ibarra fue condenado a cadena perpetua, pero el debate sobre las fallas en el sistema migratorio se intensificó.
Posturas enfrentadas en el Congreso
Aunque fue impulsada por los republicanos, la ley obtuvo apoyo de 46 demócratas en la Cámara de Representantes y de 12 en el Senado. Los defensores de la medida afirman que garantizará mayor seguridad y evitará que delitos menores desemboquen en tragedias.
“No queremos más casos como el de Laken Riley”, aseguró Steve Scalise, líder republicano en la Cámara. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han criticado la ley, argumentando que criminaliza a los inmigrantes y podría exacerbar tensiones en comunidades vulnerables.
Un cambio de rumbo en las políticas migratorias
La Ley Laken Riley representa un punto de inflexión en la estrategia migratoria de Trump, al establecer detenciones obligatorias para inmigrantes indocumentados involucrados en delitos. Según la Casa Blanca, esta legislación busca reforzar la seguridad interna y restaurar la confianza en el sistema migratorio.
A pesar de su aprobación, la medida enfrenta desafíos legales y sociales. Los críticos alertan sobre posibles abusos por parte de las autoridades y una mayor estigmatización de los inmigrantes.
Primer paso de una agenda ambiciosa
Con esta primera victoria legislativa, Donald Trump celebra y consolida su plan de endurecer las políticas migratorias en Estados Unidos. Aunque la Ley Laken Riley ha generado controversias, marca el inicio de una etapa más estricta en la gestión migratoria.
Con información de: reuters