La tensión entre China y Japón volvió a crecer esta semana tras un gesto inesperado del presidente taiwanés Lai Ching-te, que compartió un almuerzo con sushi japonés en medio de la disputa diplomática. Según medios regionales, la reacción de Pekín endureció aún más el conflicto y dejó abierta la posibilidad de nuevas represalias, cuyo alcance aún es incierto.
China y Japón: una escalada que no se detiene
El último capítulo de la tensión China Japón comenzó con una imagen simple. Lai Ching-te publicó fotos comiendo pez limón de Kagoshima y vieiras de Hokkaido. Fue un gesto público de apoyo a Japón después de que China anunciara la prohibición total de mariscos japoneses. Ese posteo encendió aún más un conflicto que ya venía en aumento.
La escena llegó tras declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi. Ella advirtió que un ataque chino a Taiwán que amenace la seguridad de Japón podría generar una respuesta militar. Pekín exigió una retractación inmediata. Tokio dejó claro que no retrocederá en su postura.
Un funcionario japonés reconoció que la frase no fue preparada, aunque refleja la posición del gobierno. Ese comentario elevó el malestar de Pekín y abrió un nuevo frente en la tensión China Japón que crece desde hace semanas.
En Taiwán, el canciller Lin Chia-lung describió la situación como parte de un patrón. Recordó que China ya aplicó bloqueos a productos agrícolas como un método de presión política. También pidió apoyar a Japón para frenar lo que calificó como intimidación económica y militar de Pekín.
El gesto del sushi molestó a China. La vocera Mao Ning sostuvo que “Taiwán es parte inseparable del territorio chino”. Insistió en que ninguna acción pública cambiará ese “hecho irrefutable”. Fue otra señal del tono firme que mantiene el gobierno de Xi Jinping.
Tensión China–Japón y situación de los colombianos en Asia–Pacífico
— Inder Ramírez ( 雷昫虎) (@InderRamirez) November 21, 2025
La escalada reciente entre #China y #Japón —incluyendo tensiones militares, marítimas y diplomáticas— incrementa la incertidumbre en el Asia–Pacífico. Esta situación afecta especialmente a quienes residimos en… pic.twitter.com/kDoHaf5Dfa
Represalias económicas y un giro militar
La ofensiva china contra Japón sumó medidas concretas. Pekín advirtió que tomará acciones “severas y decididas” si Tokio no se retracta de los comentarios de Takaichi. En paralelo, avanza un boicot a los viajes, la suspensión de importaciones y la cancelación de encuentros culturales.
El conflicto se trasladó al terreno militar. Japón activó aviones de combate al detectar un dron chino cerca de la isla de Yonaguni, a pocos kilómetros de Taiwán. Fue un movimiento que encendió alarmas en Tokio y dejó en evidencia la fragilidad de la zona.
Ese mismo fin de semana, Japón confirmó que buques chinos navegaron dentro de sus aguas territoriales en las islas Senkaku. Ese punto del mapa es uno de los focos históricos de conflicto entre ambos países. La incursión elevó la tensión China Japón en un momento ya marcado por advertencias cruzadas.
La disputa entre Pekín y Tokio se reconfigura así en múltiples frentes: económico, diplomático y militar. La región sigue de cerca cada movimiento. Analistas plantean que un error de cálculo podría escalar aún más un conflicto que ya muestra señales preocupantes.
Con información de: lanacion




