El Banco Mundial alerta sobre una cifra récord: los países en desarrollo gastaron 1,4 billones de dólares en 2023 para pagar su deuda externa. Esta situación es extremadamente preocupante.
Este monto representa el máximo histórico en los últimos 17 años, alcanzando entre el 3,5% y el 4% de su ingreso nacional bruto.
El informe International Debt Report revela un aumento de casi un tercio en los costos de intereses, alcanzando los 406.000 millones de dólares.
Esta situación obliga a muchos países a recortar presupuestos en áreas cruciales como salud, educación e infraestructura, comprometiendo su crecimiento económico a largo plazo.
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Indermit Gill, economista jefe del Banco Mundial, advierte que la combinación de bajos presupuestos, altas tasas de interés y alta deuda desvía recursos vitales, perjudicando el desarrollo futuro de estas naciones.
Deuda Externa Récord en Países en Desarrollo
Países financiados por la AIF del Banco Mundial pagaron 96.200 millones de dólares en servicio de deuda en 2023. Esta cifra es históricamente alta.
Si bien los reembolsos de capital disminuyeron un 8% (61.600 millones), los pagos de intereses alcanzaron un máximo histórico de 34.600 millones, cuatro veces más que hace una década.
En promedio, estos pagos de intereses representan casi el 6% de sus ingresos por exportaciones, un nivel no visto desde 1999.
En algunos casos, la proporción llega incluso al 38%, lo que revela una situación crítica para la sostenibilidad de estas naciones. Esta creciente carga de la deuda pone en serio riesgo su desarrollo económico y social.
Presión Extrema en Países Vulnerables
El Banco Mundial (BM) está asumiendo un rol inesperado: el de prestamista de última instancia para países en desarrollo.
El BM y otros bancos multilaterales están compensando la falta de financiación de otros acreedores en naciones con dificultades económicas.
Esta situación preocupa especialmente a los países de bajos ingresos (26 países con ingresos per cápita inferiores a US$1.400 anuales), incluyendo Afganistán, Yemen, Siria, y otros.
Entre 2011 y 2023, la deuda pública de estos países se duplicó, pasando del 35% al 70% del PIB, lo que según el BM, refleja un sistema financiero deficiente.
Basado en sus propios datos sobre deuda externa de países en desarrollo, el último informe del Banco Mundial destaca una preocupante tendencia.
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