La oposición denuncia fraude desde el exilio
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha sido reelegido para un séptimo mandato tras obtener el 86,8% de los votos en las recientes elecciones presidenciales.
La participación electoral alcanzó el 87%, según los datos oficiales proporcionados por la Comisión Electoral Central. Con este resultado se extiende su gobierno, que comenzó en 1994, hasta 2030.
La Unión Europea y varios países occidentales han denunciado el proceso electoral como fraudulento, señalando la represión de la oposición y la falta de libertades políticas.
En respuesta, han reafirmado las sanciones existentes contra el régimen bielorruso y han exigido la liberación de más de 1.250 presos políticos.
La oposición bielorrusa, representada por figuras como Sviatlana Tsikhanouskaya, ha condenado las elecciones, calificándolas de «farsa» y carentes de legitimidad.
Tsikhanouskaya, desde el exilio, instó a la comunidad internacional a no reconocer los resultados y a apoyar la lucha por la democracia en Bielorrusia.
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Venezuela, Rusia y China han reconocido el triunfo de Lukashenko
Algunas naciones como Rusia, China y Venezuela han reconocido y felicitado a Lukashenko por su victoria.
En ese sentido, el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó la reelección como «convincente» e invitó a Lukashenko a Moscú, mientras que el presidente chino, Xi Jinping, expresó su disposición a fortalecer la amistad entre ambos países.
Desde las controvertidas elecciones de 2020, Lukashenko ha dependido cada vez más del apoyo de Rusia, convirtiendo a Bielorrusia en un aliado cercano de Moscú.
Esta relación se ha profundizado en el contexto de la guerra en Ucrania, con Bielorrusia desempeñando un papel estratégico en la región.
Más de 30 años en el poder y sin indicios de querer encontrar sucesor
Lukashenko, de 70 años, ha mantenido una posición de poder ininterrumpida desde 1994, sin mostrar intenciones de buscar un sucesor.
Su gobierno ha sido caracterizado por la represión de la oposición y la limitación de las libertades civiles, lo que ha llevado a numerosas críticas y sanciones internacionales a lo largo de los años.
A medida que Lukashenko inicia su séptimo mandato, la comunidad internacional observa con atención el desarrollo de los acontecimientos en Bielorrusia, evaluando las implicaciones para la estabilidad regional y las relaciones internacionales en el contexto actual.
Con información de El Universo