El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un ambicioso plan de rearme naval, inversión militar destinado a ampliar de forma significativa la flota naval estadounidense, en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas y de una renovada ofensiva diplomática sobre Groenlandia.
El anuncio fue realizado durante una conferencia de prensa en Palm Beach, Florida, donde el mandatario confirmó una inversión de 26.000 millones de dólares para la construcción de nuevos buques de guerra, submarinos y portaaeronaves, como parte de lo que definió como una modernización integral de la Armada.
Una nueva expansión de la flota estadounidense
Trump detalló que el plan incluye la construcción inicial de dos grandes buques de guerra pertenecientes a una nueva clase naval, que llevaría su nombre, junto con otras ocho unidades previstas en una segunda etapa. El objetivo final, según explicó, es alcanzar entre 20 y 25 buques de este tipo.
Las nuevas embarcaciones contarán con tecnología de inteligencia artificial, sistemas de defensa avanzados y armamento de última generación, incluidas armas láser. El mandatario sostuvo que se tratará de “los barcos de superficie más poderosos” de la historia naval estadounidense.
El proyecto también contempla la construcción de tres nuevos portaaeronaves, destructores y al menos doce submarinos, además de mejoras estructurales en los astilleros para acelerar los tiempos de producción.
Trump adelantó que mantendrá reuniones con contratistas del sector Defensa para exigir plazos más cortos y advirtió sobre posibles sanciones a las empresas que no cumplan con los objetivos fijados.
"Estamos construyendo la paz a través de la fuerza"
— Corta (@somoscorta) December 22, 2025
Donald Trump anunció la creación de buques de guerra y sostuvo que "serán los barcos de superficie más letales".https://t.co/UgSv4IWAKt pic.twitter.com/Kh1wVlTmDu
El respaldo del Pentágono y la “Flota Dorada”
El anuncio contó con la presencia del secretario de Guerra, Pete Hegseth, y del secretario de la Armada, John Phelan, quien ya había anticipado la intención de la administración de avanzar hacia una denominada “Flota Dorada”, orientada a reforzar la supremacía marítima de Estados Unidos.
Desde el entorno presidencial señalan que el refuerzo naval busca responder al avance militar de otras potencias y garantizar el control de rutas estratégicas a nivel global.
Groenlandia y un nuevo foco de conflicto diplomático
En paralelo al anuncio militar, Trump confirmó el nombramiento del gobernador de Luisiana, Jeff Landry, como enviado especial de Estados Unidos para Groenlandia, una decisión que reavivó las tensiones con Dinamarca y con las autoridades del territorio autónomo.
La designación apunta a reforzar la influencia estadounidense en la isla, considerada clave por Washington para su seguridad nacional y su proyección en el Ártico. Trump ha manifestado en reiteradas ocasiones su interés estratégico por Groenlandia.
La respuesta desde Europa fue inmediata. El canciller danés Lars Løkke Rasmussen calificó el nombramiento como “inaceptable” y anunció la convocatoria del embajador estadounidense, al advertir que la iniciativa genera preocupación en la región.
Rechazo desde Dinamarca y Groenlandia
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, y el presidente de Groenlandia, Jens-Frederik Nielsen, reafirmaron que la isla pertenece a su población y que cualquier vínculo con Estados Unidos debe respetar su autodeterminación.
Groenlandia cuenta con autonomía plena desde 2010 y alberga desde hace décadas una base militar estadounidense. Sin embargo, la mayoría de sus habitantes rechaza una eventual anexión, según sondeos recientes.
El refuerzo naval y la ofensiva diplomática sobre el Ártico vuelven a ubicar a Estados Unidos en el centro de un escenario internacional marcado por la competencia estratégica y las disputas por territorios clave.
Con información de: diario-red




