Donald Trump calificó como “histórica” la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de aprobar el plan para Gaza impulsado por Washington. El mandatario anunció que encabezará la Junta de Paz internacional, el organismo que supervisará la transición política y la seguridad en el enclave. La resolución obtuvo un amplio respaldo, con abstenciones de China y Rusia.
Un respaldo amplio en un escenario diplomático tenso
El Consejo de Seguridad avaló por trece votos el plan presentado por Estados Unidos, que busca estabilizar Gaza tras dos años de conflicto y una crisis humanitaria prolongada. El texto establece la creación de una Fuerza Internacional de Estabilización (ISF), con mandato hasta diciembre de 2027, encargada de garantizar la seguridad fronteriza, proteger a la población civil y facilitar ayuda humanitaria.
La aprobación se dio en un contexto de fuertes diferencias entre los miembros permanentes. China y Rusia optaron por abstenerse, lo que abrió paso a la resolución. Moscú había impulsado una propuesta alternativa con mayor participación directa de la ONU y énfasis en la solución de dos Estados.

La nueva Fuerza Internacional y el rol de la Junta de Paz
La ISF tendrá competencias más amplias que una misión tradicional, ya que podrá ejecutar tareas de aplicación de la ley y control territorial. También supervisará la desmilitarización, incluida la destrucción de infraestructura bélica y la prevención de que grupos armados vuelvan a reorganizarse.
Trump destacó que la Junta de Paz funcionará como organismo de transición política en Gaza y confirmó que estará integrada por líderes internacionales, cuyos nombres se anunciarán en las próximas semanas. Desde Washington afirmaron que el objetivo es “una Gaza pacífica y próspera”, administrada por instituciones palestinas y sin injerencia de grupos armados.
Reacciones en la región y críticas de Hamas
Varios gobiernos árabes y musulmanes –entre ellos Qatar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Indonesia, Turquía y Jordania– respaldaron el plan estadounidense, pese a no formar parte del Consejo de Seguridad. Para la Casa Blanca, ese apoyo regional resultó clave para avanzar en la resolución.
Hamas, en cambio, rechazó la medida y denunció que la misión “impone un mecanismo de control externo” sobre Gaza y favorece los intereses de Israel. Otras facciones palestinas también cuestionaron el alcance del nuevo esquema de seguridad y gobernanza.
Con información de: lanacion





