Un cambio de ciclo político
Bolivia se encuentra frente a un nuevo mapa político. La victoria de Rodrigo Paz Pereira en las elecciones presidenciales de 2025 no solo pone fin a casi 20 años de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS).
Se dice también, que con este triunfo de la derecha, se inaugura una etapa marcada por la incertidumbre y las expectativas de cambio.
El nuevo mandatario, identificado con una línea liberal moderada, llega al poder en un país golpeado por la crisis económica y el descontento social.
Ya la Nación presentaba el agotamiento de un modelo que, pese a sus logros iniciales, perdió apoyo entre amplios sectores urbanos y jóvenes.
Paz enfrentará un Congreso sin mayoría, sindicatos fuertes y regiones con amplias expectativas frente a una nueva estructura política.
Su éxito dependerá de su capacidad para tejer alianzas y construir consensos, más que de imponer un nuevo modelo económico por decreto.
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Qué se espera del giro a la derecha en Bolivia
El ascenso de Paz simboliza un viraje ideológico profundo. Su programa promete “modernizar” la economía con políticas de libre mercado, atraer inversión extranjera, reducir la burocracia y descentralizar el poder.
Los sectores empresariales y financieros han celebrado su victoria, interpretándola como una señal de estabilidad y apertura después de años de tensiones con el capital privado.
Sin embargo, analistas advierten que la transición no será sencilla. El nuevo gobierno deberá equilibrar las demandas sociales acumuladas por casi dos décadas de políticas redistributivas.
Un giro demasiado abrupto podría reactivar la conflictividad social que históricamente ha marcado la política boliviana.
El reto de no repetir el pasado
Además, la población rural, que por años ha sido la base histórica del MAS, sigue siendo un actor decisivo.
Cómo logre el nuevo presidente mantener el diálogo con esos sectores determinará la gobernabilidad de su mandato.
En el plano internacional, se prevé una reorientación diplomática: acercamiento a Estados Unidos y Europa, y revisión de los acuerdos con China y Rusia.
Bolivia inicia un experimento político que pondrá a prueba su madurez democrática: un gobierno que promete eficiencia y crecimiento deberá demostrar que puede hacerlo sin sacrificar inclusión ni justicia social.
Con información de BBC





