Las aseguradoras en Centroamérica viven un momento clave: están incorporando canales digitales y tecnología sin dejar de priorizar el vínculo con sus clientes. La transformación digital, que incluye la adopción de inteligencia artificial, se volvió fundamental para competir en un mercado que exige respuestas rápidas, simples y eficientes.
Rediseño de operaciones para mejorar la experiencia
La nueva lógica del sector obliga a las compañías a repensar sus esquemas de atención y distribución. Desde Guatemala hasta Panamá, las aseguradoras avanzan hacia modelos híbridos que combinan herramientas digitales con soporte humano. Este enfoque busca ofrecer una experiencia más ágil y satisfactoria, alineada con las expectativas de un cliente cada vez más conectado.
Según el Informe Global de Seguros 2025 de McKinsey, América Latina creció a un ritmo del 11% anual entre 2019 y 2024, y Centroamérica se posiciona con potencial para una nueva etapa de expansión. Para sostener ese crecimiento, las aseguradoras deben optimizar sus canales y adaptarse a una demanda que valora la autogestión, pero también la interacción humana.
La inteligencia artificial impulsa cambios estructurales
La región atraviesa un punto de inflexión. McKinsey identifica cinco grandes desafíos: los usuarios exigen soluciones simples y útiles; las aseguradoras necesitan ganar eficiencia; y los canales de distribución deben modernizarse. En ese proceso, la inteligencia artificial aparece como una herramienta clave para acelerar transformaciones.
Actualmente, corredores y agentes concentran entre el 60% y 65% de las primas del sector. Pero ese modelo enfrenta presiones. Las fusiones y la diversificación de servicios empujan a estos intermediarios a replantear su rol. La digitalización del mercado asegurador también reconfigura las preferencias del consumidor.
Aunque el canal digital todavía pesa poco en la conversión final, tiene un rol clave en la fase de exploración. McKinsey señala que más del 60% de los clientes de la región prefiere una experiencia híbrida, que combine el autoservicio con asistencia personalizada en momentos clave del proceso de compra.
Ese cambio ya es visible en países como Guatemala, El Salvador y Costa Rica. Si bien la intermediación tradicional continúa dominando, convive cada vez más con nuevas formas de contacto y comercialización.
En ese escenario, las aseguradoras en Centroamérica buscan integrar tecnología sin perder su enfoque humano. La clave está en ofrecer soluciones ágiles, accesibles y cercanas, que respondan a un usuario exigente, pero que todavía valora la atención directa.
Con información de: revistaeyn