El 11 de febrero, la Fuerza Aérea de Brasil (FAB) derribó un avión con drogas que ingresó ilegalmente al espacio aéreo brasileño. La aeronave, proveniente de Venezuela, fue detectada durante su vuelo irregular. Este incidente ocurrió en el marco de la Operación Ostium, diseñada para frenar el narcotráfico en la frontera entre ambos países.
El avión fue identificado rápidamente, y la Fuerza Aérea ordenó su aterrizaje. Sin embargo, la tripulación desobedeció la instrucción y continuó volando sin tomar las medidas necesarias para aterrizar. Ante esta desobediencia, las autoridades activaron los protocolos de seguridad.
Derribo y consecuencias fatales
Al no acatar las órdenes, la Fuerza Aérea intentó disuadir a la aeronave con disparos de advertencia. Al ver que el avión no cambiaba su rumbo, se declaró hostil. En ese momento, se ejecutó el Tiro de Detención (TDE), una maniobra para inutilizar la aeronave sin poner en riesgo a la población.
Poco después, un helicóptero H-60 Black Hawk localizó los restos del avión. Las autoridades encontraron los cuerpos de dos ocupantes y confirmaron que transportaban drogas. Aunque el tipo y cantidad de las sustancias no se revelaron, se trata de una carga significativa que las autoridades intentan investigar.
Incautación de drogas y seguimiento de la operación
La Policía Federal inspeccionó la aeronave y halló el cargamento de drogas. Aunque no se dieron detalles específicos sobre la carga, se sospecha que el avión con drogas estaba destinado a Brasil o a otros destinos en la región. La Fuerza Aérea no identificó la aeronave ni especificó el modelo del avión, pero subrayó que este tipo de medidas solo se aplican cuando la aeronave representa una amenaza.
Este derribo se enmarca dentro de los esfuerzos de Brasil por frenar el tráfico de drogas a través de su frontera con Venezuela. La región sigue siendo una de las más afectadas por el crimen organizado, lo que obliga al gobierno a fortalecer sus operaciones de seguridad.
Refuerzo de la seguridad en la frontera norte
Las autoridades brasileñas han intensificado las operaciones contra el narcotráfico en la frontera con Venezuela en los últimos años. La Operación Ostium se lanzó como parte de una estrategia para controlar el espacio aéreo y disuadir actividades ilícitas en la zona. Este esfuerzo también incluye el refuerzo de los patrullajes aéreos y terrestres.
En paralelo, Brasil está preparando la Operación Atlas, que se realizará en 2025. Con más de 8.000 efectivos, esta operación buscará aumentar la seguridad en la frontera norte. La operación contará con el apoyo de vehículos y equipos militares que ayudarán a enfrentar cualquier amenaza.
Tensión en la región
A pesar de los esfuerzos por mejorar la seguridad, la situación en la frontera sigue siendo tensa. La disputa por el Esequibo, que involucra a Brasil y Venezuela, sigue siendo un tema delicado. Aunque algunos avances diplomáticos se han dado en los últimos tiempos, las autoridades brasileñas se mantienen vigilantes ante posibles provocaciones o amenazas.
Con la Operación Ostium y el despliegue de la Operación Atlas, Brasil refuerza su compromiso con la seguridad en la frontera y la lucha contra el narcotráfico. Las autoridades siguen monitoreando la situación para evitar nuevos incidentes.
Con Información de: infobae