El Ministerio de Defensa de Taiwán informó que en las últimas 24 horas detectó seis globos espías sobre la isla. Según el reporte oficial, los dispositivos flotaban entre 4.900 y 6.100 metros de altura, y al menos uno sobrevoló directamente el territorio taiwanés. Este es uno de los registros más altos en un solo día, según datos militares.Además de los globos, se identificaron nueve aviones militares, seis buques de guerra y dos embarcaciones oficiales operando cerca de la isla.
El gobierno de Taiwán considera estos movimientos como parte de una estrategia de intimidación por parte del régimen chino, que reclama la soberanía sobre el territorio y no descarta el uso de la fuerza para anexarlo.
Aumento de la hostilidad en la región
Debido al avistamiento de estos globos espías Beijing ha intensificado su presencia militar en la zona en los últimos años. Ha enviado cazas y buques de guerra con frecuencia y ha intentado aislar diplomáticamente a Taiwán, bloqueando su participación en foros internacionales y arrebatándole aliados. Esta situación ha incrementado la preocupación global sobre una posible escalada del conflicto.
Estados Unidos advierte sobre las «acciones coercitivas»
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, mantuvo una conversación con su homólogo chino, Wang Yi, para expresar su inquietud ante las recientes maniobras del gigante asiático. Según un comunicado oficial, Rubio manifestó «graves preocupaciones» por la presión sobre Taiwán y la creciente actividad en el Mar de China Meridional.
En el diálogo, Washington reafirmó su compromiso con sus aliados en la región y criticó las «acciones coercitivas» de Beijing. Aunque no se detallaron más puntos de la conversación, se mencionó que se abordaron temas de interés bilateral y global en un contexto de tensión creciente entre ambas potencias.
Escalada en el conflicto comercial
El contacto entre altos funcionarios ocurre en medio de la disputa comercial entre China y Estados Unidos. El expresidente Donald Trump amenazó con nuevos aranceles a las importaciones chinas, aunque recientemente ha moderado su postura. «Tenemos un poder muy grande sobre China, y son los aranceles. Ellos no los quieren», afirmó en una entrevista con Fox News.
El mandatario norteamericano aseguró que preferiría evitar esta medida, pero la consideró un recurso de presión para negociar con Beijing. La relación entre ambas naciones se mantiene en un punto tenso, con diferencias tanto en lo económico como en lo militar.
Beijing busca reducir la tensión
A pesar de la creciente hostilidad, el presidente chino Xi Jinping intentó acercarse a Washington. En una llamada reciente con Trump, destacó su intención de fortalecer los lazos bilaterales y sostuvo que ambas naciones «pueden ser socios y amigos». Según el mandatario asiático, mejorar la cooperación podría generar «avances significativos» en la relación entre ambos países.
El futuro de la situación sigue siendo incierto. Mientras Taiwán denuncia una mayor presión militar, Estados Unidos refuerza su respaldo a la isla y China busca equilibrar la relación con Washington sin ceder en sus reclamos territoriales. La tensión en la región sigue en aumento, con el riesgo de una escalada que podría tener consecuencias globales.
Con Información de: infobae