En un giro significativo, EE.UU. excluyó a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, marcando un cambio clave en la relación bilateral. Paralelamente, el régimen de Miguel Díaz-Canel anunció la liberación progresiva de 553 presos políticos, un gesto calificado como resultado de mediaciones del Vaticano, Brasil y Colombia.
La medida incluye a detenidos por las protestas del 11 de julio de 2021, las más amplias en décadas en la isla. La Casa Blanca indicó que estas excarcelaciones comenzarán en breve, mientras que organizaciones como Prisoners Defenders destacan que aún hay más de mil presos por razones políticas en Cuba.
Liberaciones y contexto político
Esta sería la mayor liberación masiva desde 2019, cuando 2.604 reclusos fueron indultados. Entre ellos se incluirán personas con penas de hasta 20 años por su participación en las manifestaciones antigubernamentales. Sin embargo, desde el régimen advirtieron que esta decisión no implica un cambio completo en las relaciones con Estados Unidos.
El contexto de la exclusión de Cuba de esta lista resulta especialmente relevante considerando que fue reinstaurada en 2017 por Donald Trump. Ahora, con su regreso al poder, acompañado de figuras como Marco Rubio, el escenario podría volver a cambiar.
Impacto de estar en la lista de terrorismo
EE.UU. excluyó a Cuba de esta lista donde ha tenido serias implicancias económicas. Desde restricciones comerciales hasta limitaciones financieras, esta clasificación intensificó la crisis en la isla. Escasez de alimentos, medicamentos, cortes de electricidad y una inflación alarmante son parte de la realidad diaria en Cuba.
Aunque el régimen calificó la medida como «un paso en la dirección correcta», subrayó que el bloqueo económico y otras sanciones siguen vigentes, dificultando una recuperación significativa.
Críticas y reacciones internacionales
El anuncio no estuvo exento de críticas. Ted Cruz, senador republicano, condenó la decisión de Biden, alegando que «el terrorismo promovido por el régimen cubano no ha cesado». En tanto, prometió trabajar con Trump para revertir estas medidas.
A nivel internacional, el Vaticano, junto con Brasil y Colombia, jugó un rol clave en facilitar este acercamiento. Sin embargo, analistas apuntan a que el futuro de las relaciones dependerá del curso que adopte el próximo gobierno estadounidense.
Una relación marcada por tensiones
Joe Biden había prometido un cambio en la política hacia Cuba antes de asumir, pero los compromisos quedaron en suspenso tras la violenta represión de 2021. Ahora, con este anuncio, se abre una posibilidad de diálogo, aunque con un horizonte político incierto.
En este contexto, tanto la exclusión de la lista de terrorismo como las excarcelaciones representan pequeños avances en una relación históricamente compleja. Sin embargo, el panorama aún está cargado de desafíos.
Con información: infobae