La comunidad siria en Rusia ha mostrado un cambio significativo en su apoyo político, marcando un giro dramático en la percepción del régimen sirio.
La embajada siria en Moscú arrió la bandera nacional e izó la bandera de la oposición, un acto simbólico que refleja el sentir de una parte considerable de la diáspora siria en Rusia.
Este acontecimiento ha generado un debate intenso sobre el futuro de Siria y la legitimidad del nuevo gobierno.
Reacciones y Apoyo a la Oposición
Diversos grupos de sirios en Moscú se congregaron cerca de la embajada para expresar su apoyo a las nuevas autoridades de Damasco, demostrando una clara ruptura con el régimen anterior.
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Este apoyo masivo a la oposición refleja un descontento generalizado y un deseo de cambio político significativo en el país.
La rapidez con la que se produjo el cambio de gobierno -en menos de dos semanas- ha sido destacada por analistas como evidencia de la fragilidad del régimen anterior y la falta de apoyo popular.
Análisis y Consecuencias
El embajador sirio en Rusia, Bashar Jaafari, calificó la salida del antiguo régimen como una «fuga vergonzosa y humillante», destacando la falta de responsabilidad nacional del líder depuesto y afirmando que la caída del régimen demuestra su impopularidad y falta de respaldo tanto en la sociedad civil como dentro de las Fuerzas Armadas.
Este cambio de apoyo en la diáspora siria en Rusia podría tener consecuencias significativas en el panorama político sirio y en las relaciones internacionales.
El cambio repentino del régimen también ha hecho preguntarse a muchos analistas sobre la estabilidad del nuevo gobierno y su capacidad para gobernar eficazmente.
La rapidez de la transición plantea interrogantes sobre la posibilidad de un nuevo conflicto o una inestabilidad prolongada.
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