La creciente digitalización y el auge de la IA generativa han revolucionado la ciberseguridad. Lo que antes era un extra, ahora es un requisito esencial para las empresas. La industria aseguradora debe adaptarse a este nuevo panorama.
La IA generativa, con su facilidad de uso y potencia, ofrece grandes ventajas, pero también riesgos. Su accesibilidad la convierte en una herramienta poderosa tanto para atacantes (creando malware sofisticado, deepfakes, y ataques de phishing avanzados) como para defensores (mejorando las medidas de seguridad). El uso masivo de la IA generativa incrementa también el riesgo de filtraciones de datos.
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El sector asegurador tiene un papel crucial. Debe protegerse a sí mismo de ciberataques y, simultáneamente, desarrollar nuevas pólizas y servicios de ciberprotección.
Estos no deben limitarse a la respuesta post-ataque, sino que deben incluir medidas de prevención y acompañamiento al cliente. La clave radica en un uso responsable y estratégico de la IA generativa, tanto para la defensa como para la mitigación de riesgos.
El Doble Filo de la IA Generativa: Impacto en la Ciberseguridad
La IA generativa, con su potencial transformador, también presenta nuevos desafíos para la ciberseguridad. Un reciente informe de MAPFRE analiza cuatro escenarios posibles, mostrando un panorama complejo que exige una respuesta proactiva.
El informe destaca que la IA generativa puede ser utilizada tanto para fortalecer como para debilitar la seguridad.
Por un lado, permite desarrollar sistemas defensivos más sofisticados, capaces de predecir y prevenir ataques. Por otro, facilita la creación de herramientas maliciosas más efectivas y de mayor alcance.
Para afrontar este panorama, las aseguradoras, y por extensión todas las empresas, deben actuar en tres frentes:
- Sistemas defensivos con IA: Invertir en tecnologías de IA que anticipen y neutralicen amenazas.
- Educación y concienciación: Formar a los usuarios sobre los riesgos y las mejores prácticas de ciberseguridad en la era de la IA generativa.
- Nuevos productos de seguros: Desarrollar coberturas específicas para mitigar los daños causados por ataques basados en IA generativa.
la IA generativa redefine la ciberseguridad. Una estrategia proactiva, colaborativa y centrada en la innovación será crucial para navegar este nuevo territorio y mitigar los riesgos emergentes.
La colaboración: clave para un futuro mejor, el ejemplo de MAPFRE y Cyberwrite
En un mundo cada vez más complejo, la colaboración se presenta como una estrategia fundamental para construir un futuro mejor.
MAPFRE lo demuestra con su alianza con startups como Cyberwrite, un ejemplo de cómo la sinergia impulsa la innovación y la eficiencia.
Esta colaboración se centra en la gestión de riesgos cibernéticos en pymes. Cyberwrite proporciona a MAPFRE una plataforma de análisis que permite evaluar con precisión el nivel de riesgo de cada empresa antes de suscribir o renovar un seguro cibernético.
Esto permite a MAPFRE ofrecer soluciones personalizadas, ajustadas a las necesidades reales de cada pyme, ayudándolas a mitigar vulnerabilidades y a obtener la mejor protección posible.
Gracias a este análisis detallado, MAPFRE puede comprender mejor los riesgos, ofrecer productos y servicios más adecuados y acompañar a las pymes en su estrategia de ciberprotección, minimizando el impacto potencial de un ciberataque.
Como afirma Óscar Taboada, Head of Underwriting Europe & Head of Cyber en MAPFRE RE, este proyecto supone un avance significativo en la evaluación, monitorización y control del ciberriesgo, proporcionando información crucial para la toma de decisiones.
En definitiva, una colaboración exitosa que beneficia tanto a las empresas aseguradoras como a las pymes.
La Década de la Ciberseguridad
La proliferación de la IA generativa ha incrementado exponencialmente el riesgo de ciberataques sofisticados, accesibles incluso para individuos sin experiencia. Esto exige una respuesta multifacética:
Para empresas:
- Mayor demanda de seguros cibernéticos: Coberturas amplias que incluyan prevención, detección, respuesta y recuperación tras incidentes.
- Inversión en ciberseguridad: Servicios profesionales para fortalecer la protección de datos y sistemas.
Para particulares:
- Productos y servicios de seguridad personal: Protección para todos los miembros de la familia, incluyendo dispositivos y datos personales.
- Educación y concienciación: Formación en el uso responsable de la tecnología para evitar caer en trampas digitales.
En un horizonte más avanzado:
- Protección de activos digitales: Desarrollo de seguros y servicios para proteger identidades digitales, asistentes virtuales y otros activos virtuales de alto valor, contra robo, manipulación y usos fraudulentos.
La próxima década requerirá una inversión significativa en ciberseguridad y ciberprotección, tanto a nivel empresarial como individual.
Para las aseguradoras, esto representa no solo una necesidad, sino una oportunidad para liderar en este nuevo panorama digital.