Kimberly Cheatle renunció a su cargo como directora del Servicio Secreto de Estados Unidos (EEUU), tras las críticas surgidas por los errores cometidos en la seguridad del mitin del expresidente Donald Trump realizado en Butler, Pensilvania, donde intentaron asesinarlo.
“A la luz de los acontecimientos recientes, he tomado con gran pesar la difícil decisión de dejar el cargo de directora. Asumo toda la responsabilidad por la falla de seguridad”, dijo en el correo electrónico al personal el martes.
Cheatle estaba sometida a presión de demócratas y republicanos que pedían su dimisión después de que un hombre de 20 años hiriera al candidato presidencial republicano en una oreja el 13 de julio.
La jefa del Servicio Secreto desde agosto de 2022, enfrentaba crecientes pedidos de dimisión y varias investigaciones sobre cómo el agresor pudo acercarse tanto al candidato presidencial republicano en un mitin de campaña al aire libre en Pensilvania.
El tirador que hirió a Trump había trepado a un tejado a unos 140 metros del expresidente, aunque fuera del perímetro de seguridad.
Testigos habían alertado desde dos minutos antes de los disparos de la sospechosa presencia del agresor, un joven de 20 años cuyos motivos aún se desconocen y que fue abatido por agentes del Servicio Secreto.
Con información de Infobae