Una falla en el sistema de drenaje de Moscú provocó el lunes 28 de octubre una impresionante erupción de aguas residuales que alcanzó aproximadamente 15 pisos de altura.
Videos virales muestran una columna de aguas sucias proyectándose con fuerza, inundando áreas aledañas y cubriendo vehículos estacionados con heces.
El incidente ha generado controversia, con muchos señalando el deterioro de la infraestructura urbana de la ciudad, un problema que algunos atribuyen a la era soviética.
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Las redes sociales se han llenado de comentarios, desde críticas al presidente Vladimir Putin hasta bromas sobre la «nueva atracción turística» de Moscú.
Si bien el humor negro abunda, el evento resalta la necesidad de una urgente reparación y modernización de la red de saneamiento de la capital rusa.
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