El cáncer uterino, el cáncer ginecológico más común, está en aumento, preocupando a la comunidad médica.
Si bien las cifras exactas varían según la región, se observa un incremento en el número de diagnósticos a nivel mundial.
En Estados Unidos, por ejemplo, se proyectan miles de nuevos casos y muertes en 2024, según el Instituto Nacional del Cáncer.
Un factor clave es el aumento en las muertes por tipos de cáncer uterino menos comunes pero más agresivos.
Estudios como el de la Clínica Mayo muestran un significativo incremento en las tasas de mortalidad de estos tipos desde 2010 hasta 2017.
Además, se observa una disparidad preocupante, con un impacto desproporcionadamente mayor en las comunidades hispana, negra y asiática.
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Las causas exactas de este incremento aún se están investigando, pero se deben considerar factores como el aumento de la obesidad, la disminución de la fertilidad y el envejecimiento de la población.
Se necesita más investigación para comprender completamente este fenómeno y desarrollar estrategias efectivas de prevención y tratamiento.
La detección temprana sigue siendo crucial para mejorar el pronóstico.
¿Cuáles son sus síntomas?
El cáncer uterino se manifiesta a través de diversos síntomas, siendo el sangrado vaginal anormal (especialmente postmenopausia o intermenstrual excesivo) el más común.
Otros síntomas incluyen dolor pélvico persistente, dolor durante las relaciones sexuales, flujo vaginal anormal, disuria y sensación de presión pélvica.
Ante cualquier síntoma, se recomienda consultar a un médico. Si bien no existe una prueba de detección universal, los exámenes pélvicos anuales son recomendables, especialmente considerando factores de riesgo como la obesidad, el síndrome de ovario poliquístico y la menopausia.
Cáncer uterino: factores de riesgo
El cáncer uterino se asocia a factores de riesgo relacionados con el desequilibrio hormonal (exceso de estrógeno sin suficiente progesterona), propiciado por la obesidad, el uso prolongado de ciertos medicamentos (como tamoxifeno), el síndrome de ovario poliquístico, y la edad (mayor riesgo post-menopausia).
Otros factores incluyen la nuliparidad, menarquia temprana y menopausia tardía, debido a la prolongada exposición a estrógenos.
¿Cómo prevenir el cáncer de útero?
- Control de peso: Mantener un peso saludable a través de dieta equilibrada y ejercicio regular ayuda a regular los niveles de estrógeno.
- Exámenes pélvicos regulares: Detección temprana de anomalías.
- Monitoreo médico: Consultas regulares, especialmente para personas con antecedentes familiares o síndrome de ovario poliquístico.
- Anticonceptivos hormonales combinados: Pueden reducir el riesgo. (Consultar con médico).
- Estilo de vida saludable: Evitar el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol
Con información de La Nacion
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