El gobierno de Pedro Sánchez ha mostrado una clara intención de socavar la corona desde su llegada al poder en 2018.
La relación entre el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y la Corona ha estado marcada por la polémica desde su llegada al poder.
Más allá de las apariencias, se aprecia un patrón de desconsideración y un intento por debilitar la institución monárquica.
A pesar de que la Corona sigue siendo la única institución que Sánchez no ha podido controlar, su estrategia ha sido clara: debilitarla mediante una serie de acciones que favorecen a sus socios separatistas y republicanos.
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Una estrategia de desgaste:
- Inviolabilidad del Rey: Sánchez intentó remover este punto fundamental, pero la dificultad de reformar la Constitución le obligó a dejarlo de lado, aunque no duda en sacarlo a la luz para complacer a sus aliados.
- Control del Rey: Sánchez ha buscado limitar la presencia del Rey en eventos importantes, vetando su participación en actos como la entrega de despachos a jueces en Barcelona.
- Ley de la Corona: Sánchez propuso una ley para controlar la Monarquía, pero la falta de apoyo la obligó a abandonarla.
- Política Exterior: Sánchez ha acaparado la política exterior, relegando al Rey a un segundo plano en eventos internacionales de gran importancia.
- Presupuesto congelado: La asignación presupuestaria para la Jefatura del Estado ha permanecido congelada desde la llegada de Sánchez, mientras que otros órganos constitucionales han experimentado incrementos.
- Primacía de Sánchez: Sánchez se ha adelantado al Rey en eventos importantes, como viajes al extranjero o visitas a zonas afectadas por desastres naturales.
- Indultos y amnistía: La decisión de Sánchez de indultar a los líderes del proceso independentista de Cataluña supuso una clara desautorización al discurso del Rey en 2017, que ayudó a frenar el proceso separatista.
- Debilitando la Corona: El último intento de Sánchez para debilitar la Corona es la despenalización o rebaja de las penas del delito de injurias al Rey y a la Familia Real. Bajo la excusa de la libertad de expresión, busca eliminar un delito que no ha sido utilizado por la Casa Real en casi 50 años de democracia.
Un intento por controlar la institución:
La estrategia de Sánchez contra la Corona busca debilitarla y colocarla bajo su control, complaciendo a sus socios separatistas y republicanos.
La eliminación de la inviolabilidad, el control de sus actos, la reducción de su presupuesto y la usurpación de su papel en la política exterior son algunos de los elementos de esta estrategia.
La Corona, como institución que representa la unidad y la tradición de España, se enfrenta a un gobierno que busca socavar su posición e influencia.
La relación entre el gobierno y la Corona es un tema sensible que debe ser tratado con respeto y responsabilidad.
Las acciones de Sánchez apuntan a una estrategia deliberada de desprestigio hacia la monarquía, con el objetivo de debilitar una institución que goza de amplio apoyo popular.
Con información de El Debate
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