El gobernador de Texas, Greg Abbott, anunció el inicio de un operativo contra la banda criminal venezolana, Tren de Aragua, a la que ha designado como una organización terrorista extranjera.
Este anuncio se realizó en una rueda de prensa en Houston, donde Abbott enfatizó que la banda representa una amenaza “peligrosa y mortal” en el estado.
Para abordar esta situación, el gobernador ha indicado que Texas utilizará las cortes para frenar las actividades del Tren de Aragua, implementando la confiscación de activos civiles y endureciendo las penas para quienes sean capturados.
Además, se creará una unidad dentro del Departamento de Seguridad Pública dedicada exclusivamente a esta banda, que contará con «cientos» de agentes de las fuerzas del orden.
Tren de Aragua en Estados Unidos
Este operativo llega en un contexto electoral, a menos de dos meses de las elecciones presidenciales de noviembre, en las que los republicanos han intensificado su discurso sobre la inmigración.
La conexión que han hecho entre la presencia de la banda y la crisis migratoria en Venezuela ha generado un debate encendido sobre las políticas migratorias del presidente Joe Biden.
El Tren de Aragua, originario de una prisión en Venezuela, se ha expandido a diversas partes de América Latina y Estados Unidos, involucrándose principalmente en actividades de extorsión y explotación sexual de migrantes.
Hasta la fecha, más de una decena de individuos vinculados a esta organización han sido acusados de diversos crímenes en estados como Texas, Georgia, Florida y Nueva York.
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Aunque no se han publicado cifras oficiales sobre la presencia del Tren de Aragua en Estados Unidos, se estima que hay más de 1,000 investigaciones abiertas relacionadas con presuntos integrantes de la banda.
En el pasado, el Departamento del Tesoro de EE. UU. clasificó al Tren de Aragua como una “organización criminal transnacional”, resaltando así su influencia en el país.
Recientemente, la banda ha captado la atención nacional tras la difusión de rumores infundados por Donald Trump y otros líderes republicanos, afirmando que habían tomado el control de un edificio de apartamentos en Aurora, Colorado.
Sin embargo, las autoridades locales desmintieron esta información, aunque confirmaron que la organización criminal tiene efectivamente presencia en la región.
Con información de EFE
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